La importancia de la reflexión para aprender

Una de las características a la que le dan importancia todos los autores constructivistas (el aprendizaje es una construcción personal) es a la reflexión, también conocida como acción mental. Para estos autores la construcción de un nuevo conocimiento depende de que un aprendizaje ya adquirido se "mueva" esto es, que nueva información nos haga pensar. Aquí toma importancia la capacidad de plantear buenas preguntas y enfrentar a los niños a problemas cognitivos. Como ustedes ya han observado en muchas ocasiones las preguntas que se plantean a los niños so demasiado obvias, no responden a la lógica de los niños o de plano no se acercan a la zona de desarrollo próximo de las niños por su grado de complejidad. Saber plantear buenas preguntas es nuestro reto como educadores. Estas preguntas no solo son verbales enfrentar a los niños a "escribir", dibujar bajo ciertos criterios, realizar un experimento, etc. son también preguntas cognitivas que el niño enfrenta.

A pesar de ser un tema muy importante considero que nos faltan elementos teóricos para orientarnos, por lo que les pongo algunas aportaciones de Perkins, DN (1993) que nos pueden ayudar a desarrollar este tema desde la experiencia de la práctica ....
El aprendizaje debe generar reflexión, implica la adquisición de estos conocimientos y su ejecución.
La evidencia de esta adquisición sería la puesta en marcha de la teoría, haciendo uso de estos aprendizajes que permitan al individuo actuar.
Perkins deja de lado que el conocimiento está situado en la persona o en el entorno y le da más importancia a qué tipo de pensamiento se presenta, cómo se presenta y con qué facilidad se pueden recuperar dichos conocimientos, estos son llamados “características de acceso”.

Coincido con Sandra, respecto a que para los niños expresarse ante los demás también representa un reto cognitivo para ellos, en el caso de mis niños, el día viernes 04 de Diciembre, fuimos a la biblioteca, los organicé por equipos y les repartí algunos libros para que en equipo, los exploraran, los entendieran, crearan o idearan una historia y posteriormente, trataran de “exponer” esa pequeña lectura ante sus compañeros. En esta actividad me di cuenta que para los niños, todas estas acciones mentales fueron retadoras para ellos, porque no sólo se trataba de pasar las hojas del libro, se trataba de intentar entender la historia del libro a partir de las ilustraciones, llegar a un acuerdo con los compañeritos acerca de qué era lo que nos iban a comentar a los demás acerca de su libro, más tarde, saber expresarse ante los demás y poder transmitir una idea. Lo mejor de todo fue que cuando les pedí a los niños que dibujaran la historia que más les había gustado y descubrí que la mayoría hizo un dibujo de las historias que sus compañeros habían comentado, no de la que ellos habían leído. Con ello, pude comprobar que los chicos superaron el reto de exponer un breve tema ante sus compañeros, fueron capaces de autorregular su atención y pudieron enriquecer su información conjuntamente.

En mi experiencia, tuve una actividad parecida a la de Kinne, ya que los niños anteriormente habían escrito su historia tenían que exponerla a sus compañeros, son pocos los niños que desean participar, ya que muestran un poco de pena o incomodidad hablar delante de los demás, en el desarrollo de la actividad cuando un niño comentaba su historia aparecieron algunos comentarios de "a mi me gustaría también hacerlo", "yo también he ido a la playa", entre otras, el reconocer lo que han hecho o logrado aveces les cuesta un poco a los niños, pero es bueno que empiecen a lograr reconocer y compartirlo con los demás.

En mi experiencia puedo compartir que realice una actividad muy parecida a la que hizo Kinne y Olivia y algo que descubrí es que para los niños es un gran reto expresar sus ideas frente a otros pues tienen miedo de que los demás puedan burlarse de ellos ,pero algo que me gusto mucho fue que logre ganarme su confianza y esto propicio que hasta a los que les cuesta expresarse de forma oral quisieran intervenir a la hora que implemente mi situación.

Me parece bastante cierto lo que señala Ximena, muchas veces subestimamos las capacidades de los niños por considerarlos muy pequeños y queremos darles todo sin dar pauta a que expresen lo que realmente piensan.
Como educadoras en formación y en servicio, caemos muchas veces en el error de prguntar "¿Les gustó la actividad?" en vez de diseñar preguntas que lleven a los niños a la reflexión o a la presentación de propuestas o soluciones de un problema. Como dice Sandra, le atribuimos a que la acción mental sólo puede estar presente en el campo formativo de pensamiento matemático o exploración, sin embargo, se puede aprovechar en todos los campos y algo muy importante que me gustaría mencionar, es que debemos ser pacientes y estar atentas, pues muchas veces los niños no manifiestan los conocimientos que vemos en el aula enseguida, sino hasta que no se encuentran frente a una situación que los obligue a llevarlo a cabo.

Considero muy importante lo que mencionan mis compañeras respecto a que el alumno debe ser autodidácta, sin perder de vista nuestra labor.

Por ello es necesario que nuestras actividades y consignas permitan al alumno resolver el problema por sus propios medios, brindandole las HERRAMIENTAS NECESARIAS para lo que lo lleve a cabo, sin excedernos.
Tambien formular preguntas donde los alumnos reflexionen. De igual manera las preguntas son muy importantes para el cierre de la actividad lo cual considero que se me dificulta y en algunas ocasiones lo dejo al aire.

Considero que la reflexión dentro de la práctica educativa es fundamental para una transformación constante de los docentes, pero es aun más importante que vayamos para allá de la reflexión y que logremos identificar nuestras fortalezas y puntos  a mejorar , en cada intervención que llevemos a cabo.
Esta reflexión comienza desde la planeación y se convierte en un proceso, que se va desarrollando y observamos en las respuestas y preguntas de los alumnos, además de nuestra comportamientos en el mismo desarrollo. En mi primera intervención, considero que he logrado analizar varios puntos favorables, como cuales fueron mis actitudes pero aún me falta seguir reflexionando…

El mayor de mir retos fue el poder plantearle a los niños, válgase la redundancia, planteamientos concretos, claros y entendibles para ellos. En una ocasión el planteamiento que dí fue tan enredado que los niños no supieron que responderme, y como no se me ocurrió otra cosa que decir, digamos que me brinqué ese paso porque yo misma me quedé bloqueada, ese día fue la peor sesión. ero, fue tanta mi preocupación y pena por esa actividad que me senté a reflexionar y pensar qué hice mal y cómo podía corregirlo, así fue como al día siguiente replanteé mi planeación y cambié mis planteamientos, a lo que los niños los comprendieron muy bien y dieron éxito a la actividad. Es complicado reflexionar sobre mi actuación, pero es de mucha ayuda poder repensar nuestras acciones y qué consecuencias tendrían, además de que la reflexión lleva el proceso de metacognición de la mano.

Como ya han comentado, es indispensable que busquemos ser más críticas, que no limitemos los conocimientos de los niños y la capacidad de expresar lo que aprendieron con preguntas obvios, como menciona la maestra.
Los niños son muy capaces de realizar actividades más retadoras, y por ello nosotras tenemos la labor de pensar actividades en las cuales ellos puedan alcanzar aprendizajes significativos, no limitarlos a actividades sencillas o conclusiones obvias, sino ayudar a formar alumnos más autónomos, analíticos y reflexivos.

Como se mencionaba al principio, retomar referentes teóricos puede ser muy enriquecedor pues de esta manera nosotros como educadoras en formación podremos comprender de que manera desarrollar la reflexión en nuestros alumnos. Considero que esa reflexión es my importante porque ellos desarrollan el pensamiento cognitivo, los hace más críticos y autónomos ya que si nosotros siempre les damos las respuestas nunca les ayudaremos a mejorar y favorecer ese tipo de pensamiento.

Coincido con Ximena y Valería en que en diversas ocasiones las mismas docentes ponemos limites a los alumnos en no permitirles el pensamiento critico y la reflexion autonoma. Por ello debemos como futuras docentes primero ser muy observadoras, tanto con lo que acontece en nuestro al rededor como con las acciones y actividades que vamos a realizar, saber escuchar con calma las opiniones de todos los alumnos, sobre todo para tener claridad y saber lo que nos quieren decir nuestros alumnos. Para posteriormente valorar y apoyar cada tipo de pensamiento mejorando las formas de pensamiento en los docentes y alumnos.

Considero, que ligado a esto, en lo particular yo necesito reforzar la parte que respecta a las reglas y a las consignas, ya que basándome en mis reflexiones y evaluaciones de la practica, me di cuenta de que en ocasiones, los alumnos no llegaban a comprender la orden a llevar a cabo, al igual que las reglas, lo que como ya comentaban, causa que como docente limite en el pensamiento de los mismos niños.

El llevar a los niños a una reflexión fue algo que me costó un poco de trabajo, ya que al pensar en mis actividades subestimé la capacidad de los niños, y me dio temor que no fueran a resolverlas exitosamente, por lo que planee actividades que no implicaban verdaderos retos para ellos. Sin embargo, esta primera práctica me ayudó totalmente a cambiar mi perspectiva sobre los niños preescolares y darme cuenta de que son muy capaces y pueden realizar cualquier tipo de actividad retadora que se les presente.

Hernández, G. (2006) nos dice que "el conocimiento se distribuye entre profesores y alumnos. La interacción entre enseñante y aprendiz tiene como vía privilegiada y como estructura de engarce al discurso educativo, por medio del cual es posible generar nuevas formas de pensamiento." Esto apoya la idea de que si existe la comunicación y disposición necesaria de ambas partes, se pueden generar maneras de pensar y reflexionar distintas a las que se tenían, se amplía el criterio y comenzamos a conocer uno del otro.
Collins, A. (2006) sustenta esta afirmación diciendo que "El aprendizaje cognoscitivo extiende la práctica de diversos entornos, y articula los principios comunes."

Al igual que mis compañeras, recupero a Collins, A. (2006), ya que es él quien hace referencia a la importancia de o cognitivo en el aprendizaje. En específico resalto que "El conocimiento conceptual y conocimiento de los hechos se aprenden al ser utilizado en una variedad de contextos, promoviendo así una más profunda comprensión del significado de los conceptos y los hechos mismos , y una amplia red de asociaciones memorables entre ellos y la resolución de contextos problema".
Esto, visto desde mi práctica, lo llevé a cabo cuando puse a los niños en diversas situaciones que implicaran utilizar los conocimientos que tenían sobre las figuras geométricas, lo cual, requiere que reflexionen para producir una solución en lugar de "reproducir" información.
Al desarrollar éste tipo de actividades con los niños no solo estamos generando acciones mentales en ellos, sino que implica que como docentes pongamos en práctica diversas competencias y habilidades para poder definir éstas actividades retadoras.